Lo único que se requiere para este ejercicio, es una rosa fresca y un lugar silencioso.
Empiezas mirando la rosa, al centro de la rosa, a su corazón (una rosa es muy parecida a la vida), encontraras espinas por el camino, pero si tienes fe y crees en tus sueños, acabaras cruzando las espinas, para llegar al corazón de la flor...
Sigues mirando la rosa, fíjate en su color, textura y diseño. Saborea su fragancia y piensa únicamente en el objeto que tienes ante ti. Al principio notaras que otros pensamientos te distraen, no te apures, porqué la cosa mejorara enseguida, vuelve tu atención al objeto que estas fijandote, si esto lo practicas diariamente durante 21 días seguidos, lo ira integrando tu mente y se volverá fuerte y disciplinada, viviendo con atención.
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