Una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho. Enriquece a aquellos que la reciben y a quienes la dan, surge cual relámpago, pero su recuerdo a veces dura toda una vida. No hay nadie tan rico que no la necesite, ni nadie tan pobre que no la pueda dar. La sonrisa produce felicidad, ayuda en los negocios, y sirve de contraseña entre amigos. La sonrisa puede ser reposo para el cansado, luz para el desilusionado, sol para el triste y antídoto para muchos problemas, pero no se le puede comprar, ni tomarla prestada o bien robarla, por que la sonrisa es una cosa que no vale nada a nadie, hasta que la regala. Si con la prisa del trabajo a uno de nuestros empleados, se le olvida darle a usted una sonrisa, ¿tendra usted la amabilidad de dejarnos una de las suyas?. Por que nadie necesita tanto de una sonrisa, como aquel a quien no le queda ninguna para dar. Dicen que la ciencia del amor, es la ciencia de los detalles y un buen detalle puede ser una sonrisa amable. Así pues no te olvides de sonreír siempre.
Pero no todas las sonrisas sirven, ya que hay muchas que son falsas y esas casi mejor que no las regalen, la buena es la sonrisa del corazon, la que transmiten los ojos con una mirada, sincera, amorosa y serena...y de esas hay pocas. Y tu, como sonríes?
ResponderEliminarGracias por tu trabajo.
Un abrazo.