Cuando me someto a la verdad, me someto
a la inocencia.
Someterse, no significa decir Sí a toda
petición del Ego o condenar un comportamiento destructivo en mí mismo o en los
demás.
No tiene nada que ver con la actitud indecisa,
con la lealtad poco firme, o con ver las dos partes cuando un amigo ha sido
maltratado.
Someterse es un impulso de sinceridad,
no un acto de pasividad o un espectáculo de imparcialidad, significa centrarse
claramente en mí, en mi yo más profundo, en lugar de centrarme en lo más superficial.
Mi actitud se llena de
Dios cuando mi corazón se llena de Dios!!
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