CUENTO POR Edward Bach 1934
Cuando nuestro Señor, el gran hermano de la raza, se sumergió en el tiempo para que nosotros aprendiéramos otra lección del "gran libro d la vida", el mensajero llego todo brillante en las tinieblas de la noche, en el frío del invierno, cuando la vida física se retrae, y comando la nueva revelación de otro aspecto del amor que en el hombre se hacia demasiado fuerte para que lo pudiera soportar. Pero los hombres están terriblemente asustados de la luz y los ÁNGELES, de modo que en lugar de sentir alegría y felicidad, tuvieron que ser advertidos de no atemorizarse ante la paz y la benevolencia que vendría a ellos. Ante esta nueva, escucharon y doblaron sus rodillas, los ojos bajos, para asegurarse de la tierra segura que ellos sabían, bajo sus pies, pues solo así se sentían seguros.
Ahora la tierra sobre la que vivían y les daba alimentos en abundancia tenia muchas plantas para la sanación , debían encontrarlas por si mismos.
Los sabios hermanos de la raza que desde hacia mucho tiempo habían recibido las jubilosas noticias de las estrellas sobre estas plantas, esas verdaderas amigas del hombre, que contienen poderes para su curación..., encontraron a los Doce Curadores a través de la virtud de "LOS CUATROS AYUDANTES"..
Los cuatros ayudantes eran la FE en un mundo mejor que esperaban obtener algún día, ahora reflejado en la flamigera Aulaga(gorse), la perseverancia del Roble albar(Oak), que enfrenta a todas las tempestades, ofreciendo cobijo y sostén a los seres mas débiles.
La voluntariedad de servicio de brezo(Heather), feliz de cubrir con su simple belleza los espacios azotados por el viento, y los puros manantiales que surgen de las rocas(Rok water), trayendo brillo y alivio a los heridos y contusos tras la batalla.
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