Es imposible elegir sin crear un
conflicto entre ser desinteresado o ser egoísta.
La primera opción me hace sentir auto-negligente,
y la segunda me hace sentir auto-indulgente.
Sacrificarme por los demás, me crea
resentimiento, y esto puedo conducirme hasta el odio, (aunque sea por desatender
sus necesidades), el aislamiento y una profunda soledad, pero la elección entre
las dos actitudes, es siempre falsa, porque Dios es igualmente Amor y Paz.
El Amor de Dios nos bendice a todos y a
cada uno por igual y elegir a Dios es elegir la Paz.
Cuando me pregunto, Qué es lo más
pacífico que se puede hacer?
La respuesta, es lo que quiero hacer y
esto es agradable para todos!
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