Si somos tan dados a juzgar a los
demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos.
Un viejo dicho reza que “Quien critica
se confiesa”
Lo malo de juzgar no sólo es el
resentimiento y otros conflictos gratuitos que genera esa actitud, sino el
mecanismo mental que activamos en 3 fases:
* La primera es El Juicio, puesto que entre todas las personas hay
diferencias, al juzgar los actos de alguien, es inevitable que encontremos
cosas con las que no estamos de acuerdo.
Aquello que no nos gusta o que no comprendemos
en el otro, da lugar a la segunda fase,
* La
Acusación, tendemos a pensar en valores absolutos, y nos cuesta asumir
que el mundo se ve de distinta manera según el puesto de observación. La
acusación da lugar a la tercera fase,
* La Venganza, ésta
puede ser muy sutil y pasar inadvertida, incluso a la persona que la practica.
El perdón es un paso
intermedio hacia la gratitud cuando se consigue una comprensión más profunda
sobre hechos vividos, y su ausencia puede ser causa de inmovilización espiritual
si se persiste en mantener Victima o Verdugo de las circunstancias.
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