Cuando terminamos de hablar con
nosotros mismos, el mundo es siempre como debería ser. Lo renovamos, lo
encendemos de vida, lo sostenemos con nuestra conversación interna, no sólo
eso, sino que también escogemos nuestros caminos al hablarnos a nosotros
mismos. De ahí que repetimos las mismas preferencias una y otra vez hasta el
día en que morimos, porque seguimos repitiendo la misma conversación interna
una y otra vez. Una persona consciente se da cuenta de esto y lucha por parar
su habladuría.
Este es el último punto que debes
de saber si quieres vivir como un ser consciente.
Antes que nada, debes usar tus
oídos a fin de quitar a tus ojos parte de la carga. Desde que nacimos hemos
estado usando los ojos para juzgar el mundo. Hablamos a los demás, y nos
hablamos a nosotros mismos, acerca de lo que vemos. Una persona consciente se
da cuenta de esto y escucha al mundo, escucha los sonidos del mundo, y se da
cuenta de que el mundo cambiará tan pronto como deje de hablarse a sí mismo, y
debe estar preparado para esa sacudida monumental.
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