martes, 1 de abril de 2014

REFLEXIONES

 
 

         Desde el momento en que quiero algo de otra persona, mi felicidad queda comprometida, cada vez que intento influir sobre alguien, me coloco en situación de víctima, porque es imposible conseguir una cooperación perfecta de nadie.
         Hoy observaré como sobrevivo, bastante bien, sin que se cumplan todas mis expectativas, o sin que se obedezcan todas mis demandas.
         De hecho, al liberarme, me quedo con la Paz que ya tengo!!! 


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