domingo, 8 de septiembre de 2013

REFLEXIONES


         Estoy convencida de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.
         Aceptar que cada persona es un mundo y que todas las opiniones son subjetivas, nos ayuda a vivir con ligereza y a no dramatizar cuando otros se muestran en desacuerdo con nosotros.
         Sobre esto, hay un relato de la tradición ZEN y cuenta que tres amigos habían salido de excursión, cuando divisaron a lo lejos un hombre solo sentado en una ladera:
                   Seguro que se ha perdido y espera que alguien pase por allí para orientarle - declaro uno de los amigos
               No lo creo  – dijo otro,  a mi me  parece que  se siente indispuesto y se ha sentado allí para reponerse
                  Ninguno de los dos estáis en lo cierto – intervino el tercero – Sin duda está esperando a algún amigo para conseguir el camino en su compañía.
         Discutieron, mientras se encaminaban hacia el desconocido, al llegar junto a él, le interrogaron para saber quién tenía razón.
                  Te has extraviado?preguntó uno
                           No! – contestó el hombre
                  Te encuentras mal? – preguntó el otro
                           No! – volvió a decir el desconocido
                  Esperas a algún amigo? – preguntó el tercero
                           No! – repuso nuevamente
         Desconcertados, los 3 amigos preguntaron a la vez:
                  Entonces, qué haces aquí? 
         El desconocido sonrió y sin abandonar la calma dijo:
                            Simplemente estoy!!    

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