Pocas cosas arruinan más el paso de los
días que las discusiones domésticas, un estudio reciente reveló que la mayoría
de las rupturas sentimentales, no obedecen a grandes diferencias de fondo, sino
que son producto de un cúmulo de pequeñas discusiones diarias; al parecer,
aunque una pareja tenga un fértil territorio común, no resiste el desgaste de
las fricciones cotidianas que acaban cavando un abismo entre ambos y enfriando
la relación.
Por qué, incluso cuando estamos dispuestos
a entendernos, a veces nos resulta tan difícil?
Los comunicólogos coinciden en que la
falta de empatía es la responsable de que se multipliquen las fricciones entre
ciertas personas. Cuando alguien es incapaz de ponerse en el lugar del otro y
entender su situación, su propia rigidez hace que se convierta en un muro que
choca con el exterior impidiendo un verdadero intercambio.
En el fondo, de estos caracteres
rígidos que parecen estar siempre en guerra contra el mundo, suele haber un
sustrato de gran inseguridad. Al dudar de sus propios valores y metas, se
aferran a su identidad y no dejan que otros puedan introducir matices en su
visión de las cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario