sábado, 5 de octubre de 2013

REFLEXIONES


          Pocas cosas arruinan más el paso de los días que las discusiones domésticas, un estudio reciente reveló que la mayoría de las rupturas sentimentales, no obedecen a grandes diferencias de fondo, sino que son producto de un cúmulo de pequeñas discusiones diarias; al parecer, aunque una pareja tenga un fértil territorio común, no resiste el desgaste de las fricciones cotidianas que acaban cavando un abismo entre ambos y enfriando la relación.
         Por qué, incluso cuando estamos dispuestos a entendernos, a veces nos resulta tan difícil?
      Los comunicólogos coinciden en que la falta de empatía es la responsable de que se multipliquen las fricciones entre ciertas personas. Cuando alguien es incapaz de ponerse en el lugar del otro y entender su situación, su propia rigidez hace que se convierta en un muro que choca con el exterior impidiendo un verdadero intercambio.
         En el fondo, de estos caracteres rígidos que parecen estar siempre en guerra contra el mundo, suele haber un sustrato de gran inseguridad. Al dudar de sus propios valores y metas, se aferran a su identidad y no dejan que otros puedan introducir matices en su visión de las cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario