Mis pensamientos constituyen la
felicidad o la desgracia en la que vivo!
Cuando lucho contra mis pensamientos…
divido mi mente y me introduzco en una lucha contra las realidades cambiantes.
No obstante puedo poner sin miedo todos
mis pensamientos conflictivos en su lugar, simplemente, añadiendo a Dios en
ellos.
No importa lo fuerte que sea mi Ego… no
puede ahogar la confianza tranquilizadora de Dios!!
Hoy, todo lo que debo
hacer, es preocuparme en paz, desanimarme en paz, estar confuso en paz… siempre
hay música tras la discordia si quiero escucharla!!!
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