No puedo obligar a mi mente a ser
íntegra, porque la obligación en sí, es mental.
La presión, en cualquier forma,
comporta una guerra.
Cuando una parte de mi mente intenta
obligar a la otra a cambiar, el resultado es un malestar mental.
No obstante, si concentro toda mi
atención en la integridad, mi mente deviene íntegra.
Cuando la tranquilidad y
la paz son los sistemas, la tranquilidad y la paz son… el resultado!!
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