Nuestra mano y nuestra palabra están
hechas para guiar y no para reprimir ni castigar.
Sé justo en pensamiento, palabra y
acción, de esta forma podrás resolver situaciones conflictivas de una forma
serena, observando objetivamente dónde se encuentra la responsabilidad de la
acción.
La importancia, no radica en lo que
dices, sino en cómo lo dices.
Para enseñar sin reprender, a veces,
puede ser útil transmitir a través del silencio.
Alberga sólo sentimientos de bondad en
tu corazón, enseña lo que sabes y admite lo que no sabes.
Sé indulgente con la gente, nunca sabes
lo que tu dureza puede llegar a provocar en el otro. Aunque en ocasiones ser
duro, cuando sea el momento de serlo, hará que seas respetado y valorado.
Ello no quita que las lecciones deben
transmitirse con Amor.
Los hechos no son importantes… las
causas lo son!!
Comprender las causas te hace sabio,
comprender por qué el tirano te hace tiranías, es signo de sabiduría y te permite
inmediatamente ser afable con él.
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