Todas las inteligencias activas
comparten una cualidad muy especial, un don que suelen pasar por alto: la
capacidad de síntesis!
El matemático es capaz de extraer de un
bosque de cifras, la fórmula fundamental que explica su funcionamiento.
Del mismo modo, los personajes de un
buen literato, sintetizan arquetipos con lo que los lectores identifican.
Por su parte, el orador profesional,
hace una síntesis de cada público y sabe cómo enfocar sus comentarios
Esa es la clave del desarrollo artístico
e intelectual… pero también de la inteligencia cotidiana!
Al examinar cualquier situación de
conflicto, vemos que su resolución depende de la síntesis que se haya hecho de
la misma, es decir, de captar lo fundamental!
Un ejemplo práctico sería: “Una persona,
que fracasa repetidamente con sus parejas, pero no se ocupa de buscar las
claves para entender dónde está el problema”. Alguien con poca o nula capacidad
de síntesis, achacará lo sucedido a la mala suerte o a una conducta mal
intencionada de la otra parte. No será capaz de extraer lo que tienen en común
las situaciones vividas y efectuar los cambios necesarios para que no se
repitan.
Las personas que no aprenden de sus
errores… se estancan!
Para desarrollar nuestras
capacidades, la clave es sintetizar,
pasar a limpio la lección de lo que nos sucede, y seguir adelante!!