Tiendo
a convertir los problemas en una montaña, vamos a hacer una pequeña pausa para
ver qué es lo que quiero hacer.
Cuando comienzo una guerra en mi mente,
lo hago entre Dios y yo, porque convierto este conflicto en lo más importante
de mi vida. Cuando intento oponerme a los demás, ganar se convierte en algo mucho
más valioso para mí que el Amor, y cuando intento dictar el curso de los
acontecimientos, me siento absolutamente en desacuerdo con la situación en la
que estoy metido.
Sé que cuando me relajo en
la igualdad y confío en una realidad más grande, la vida es mucho más sencilla,
y mi comportamiento cambia de forma natural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario