No transgredir las Leyes Humanas es el primer paso
para aprender a no transgredir las Universales. Las Leyes están hechas para aprenderlas
y seguirlas, aunque también hay que saber cuando es el momento de romperlas…
pero no tengas prisa, pues es posible que ese momento no llegue nunca. No huyas
de tu destino, aunque ahora se presente oscuro. Si con valor te introduces de
pleno en él, seguro que las sombras se disolverán inmediatamente. Si por el
contrario huyes de él, la intranquilidad de no estar donde debes, te perseguirá
allá donde vayas. Vivimos varias veces, y en distintos planos, la misma vida,
hasta reconocerla y crear una perfecta simbiosis con los acontecimientos (sin
querer cambiarlos, aceptando que son perfectos como son). Al igual que la leche
materna es el alimento perfecto para un bebé, nuestra vida lo es para nuestra
alma.
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