El control absoluto se consigue con el dominio de
uno mismo y de la propia vida, en realidad no hay nada más importante a dominar
fuera de ti mismo. El control es importante en todo momento, sé dueño de ti
mismo, incluso cuando tengas a mano algo muy tentador. Un solo momento de
descontrol, favorece que tus egos crezcan, cuanto más aumenta tu descontrol,
más difícil es la vuelta al control. Tus acciones son el resultado de tus
pensamientos, que no tengas que resolver los problemas que tú mismo te creas,
la atención debe estar presente anteriormente a la creación del problema;
habitualmente, interpretar una acción como un error, tiene que ver con los
diferentes puntos de vista. Lo que para algunos es un error, para otros es lo
más acertado del mundo. Por ello, se hace muy interesante ser neutro, sin punto
de vista alguno, es más fácil reconocer lo que otra persona debería decir o
hacer. Precisamente de eso se trata, de vivir nuestra película personal como si no fuésemos los
protagonistas. Hay que vivir con cierta distancia o elevación para que sea más
fácil reconocer cuándo y cómo decir o hacer lo correcto en todo momento.
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