martes, 13 de noviembre de 2012

CUENTO: LOS MALENTENDIDOS



Cuentan de un hombre que durante la noche en una selva oscura y solitaria, escuchaba aterrado los latidos de su propio corazón que le parecían los de un gigantesco enemigo, y de pronto le vio, le vio allá lejos, una sombra terrible que le dejó la sangre congelada en las venas. Le veía avanzar hacia él, y parecía un amenazador y enorme orangután cuyas pisadas sacudían el suelo al andar, ¿qué haría? ¿correr? Imposible escapar en aquella soledad!, ¿esconderse?, el animal parecía haberle visto ya, pues venía hacia él en derechura, ¿defenderse con el cuchillo que tenía? Esa era su única esperanza!. Se escondió tras un árbol y esperó, mientras su corazón latía cada vez más aceleradamente. Pero según se acercaba la sombra, ésta se empequeñeció y ahora podía ver con claridad que no era un orangután, sino un hombre, ¿un amigo? Mantuvo bien apretado en su mano el cuchillo, no se le echara encima sin que él se diera cuenta, y la figura avanzaba y avanzaba, y en aquel momento un rayo de luna iluminó el rostro del que venía, y el hombre perdido en la selva, descubrió que aquel que llegaba era su hermano, y que venía con los brazos bien abiertos para abrazarle.
Fue un malentendido lo que produjo todos sus miedos, y pudo aquel malentendido ser causa de la muerte, tal vez de los dos.
La luz aclaró lo que la sombra oscurecía, y es que los hombres no reñimos por maldad, sino por falta de luz, por falta de diálogo y por sobra de malentendidos. 

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